Cachagua proviene del Mapudungún: Cach hue que significa «lugar de pastos». Su principal atractivo (que hace honor a su nombre) es su abundante flora y fauna. Sus casas construidas de rodillos, techumbres de coirón y estuco a la cal son características del balneario.
Tiene un bellísimo borde costero, campos agrestes y bosques nativos, esclerófilos con un ecosistema mediterráneo costero.




FLORA DE CACHAGUA Y ZAPALLAR
La Quebrada del Tigre, el Cerro La Cruz y el Parque el Boldo (este último en Zapallar) contienen una enriquecida y variada flora y fauna en un Ecosistema Mediterráneo
costero. Este ecosistema Mediterráneo da lugar al boque esclerófilo de hoja dura. Las hojas tienen la capacidad de absorber el agua durante el invierno y almacenarla para sobrevivir el resto del año. Flores, arbustos y árboles, nativos y endémicos como las Alstromelias, la Flor de la pasión, el Peumus boldus o Boldo, el Peumo, el Romerillo son algunas de las valiosas especies presentes en estos bosques esclerófilos.
“Los ecosistemas mediterráneos cubren sólo el 2,2% de la
superficie de la tierra del planeta, pero cuentan con
alrededor del 20% de las especies de plantas existentes”.
Nuestros bosques tienen una húmedad única, debido a que cuando en la vaguada costera se origina la niebla, conocida como "camanchaca", cubre la bahía y queda atrapada en los bosques debido a la geografía (sus altos cerros). La camanchaca se estabiliza por la corriente de Humbolt, corriente fría que recorre gran parte de las costas chilenas, favorenciendo este fenómeno natural. Este ecosistema húmedo, permite encontrar árboles pertenecientes a otro tipo de bosques como es el bosque Laurifolio, característico de ciertas zonas del sur de Chile. La presencia de Maqui, Belloto del Norte, Olivillo, y Naranjillo son consecuencia de este acontecimiento de la naturaleza.




SENDERO LAS CUJAS
Una caminata por la costa que se extiende desde Cachagua hasta Zapallar. Un paisaje diverso compuesto por rocas y ramblas. A medida que se recorre se pueden descubrir increíbles playas escondidas, como la playa de Pangue y Las Cujas. Incluso desde este hermoso sendero se puede ver La isla Cachagua o Isla de los Pingüinos.
Por su abundante vida marina, se concentra una gran variedad de aves como gaviotas, pelícanos, patos, yecos y garzas, entre otras especies. Completan este paisaje la presencia de delfines, lobos marinos y chunchungos o nutrias marinas. Por lo anterior, en 1989 fue declarado además Monumento Natural, con el fin de resguardar el medio ambiente que sirve de hábitat a los pingüinos y a las otras aves que ahí habitan.